El vino se ha posicionado cada día mejor en el mercado mexicano, y en gran medida es gracias a los millennials. 

Ésta generación se conforma por las personas nacidas entre 1981 y 1995, considerados como "los hijos de de la generación anterior", los Baby Boomers, que generalmente son los que más vino consumen. 

Los jóvenes cuando consumen vino son propensos a tomarlo en grupo por el hecho de que así una botella no es demasiado; En un estudio realizado en California (Estados Unidos) se observó que los jóvenes presentaban mayor preferencia por los vinos baratos con respecto a otras generaciones. Por eso, compran vinos de mesa para mezclarlos con otras bebidas. Al mismo tiempo, siguen comprando y tomando cantidades grandes de vino para lograr emborracharse. 

En un estudio realizado en Texas (Estados Unidos) llegaron a la conclusión de que el consumo del 68% de los encuestados era al menos una vez a la semana, del 32% una vez al mes y del 6% al día. Otro estudio realizado en Canadá a menores de 35 años y mayores, mostraron que el 84,2% de los encuestados consumía vino al menos una vez a la semana y el 68,7% algunas veces a la semana. También los autores observaron que las mujeres consumían vino con más frecuencia durante la semana con respeto a los hombres, pero con la preferencia de blanco frente a tinto.

Se considera que esta generación es de gran interés a las empresas de vino, pues son el sector que más fuerte viene en cuanto al consumismo se refiere.